Existen diversas proyecciones tecnológicas para el año que está por llegar en menos de dos meses; el 2023: un año tan prometedor que, sin duda alguna estamos seguros dará mucho de qué hablar.
Recordemos que el 2022 lo iniciamos inestables, todo era incierto e inseguro, debido a la pandemia causada por el COVID-19 y nos deteníamos a hacer algunas cosas por la misma situación. No sabíamos en qué momento nos detendrían de nuevo o surgiría una nueva variante.
Para estos últimos meses del año podríamos decir que ya todo ha fluido mejor y que incluso la pandemia ya finalizó. Esto nos da la oportunidad para que entremos con todo al siguiente año.
A pesar de que ya se ha escuchado hablar de diversas tecnologías, se prevé que sin duda alguna el 2023 es el año en que verdaderamente. Sobre todo, para la nueva modalidad que llegó para quedarse, nos referimos al trabajo remoto.
A medida que los empleados continúen deseando escenarios de trabajo más flexibles, surgirán espacios de trabajo virtuales en metaversos para admitir nuevas experiencias inmersivas.
Los espacios de trabajo totalmente virtuales son entornos generados por computadora donde grupos de empleados pueden reunirse utilizando avatares personales u hologramas. Hasta el 2027, los espacios de trabajo totalmente virtuales representarán el 30% del crecimiento de las empresas en el metaverso. Así que podría decirse que el año venidero tendrá como consecuencia un crecimiento importante de esta sorprenderte tecnología: el metaverso.
Ahora bien, hablemos sobre la IA. A medida que se vuelve más generalizada y requiere modelos de aprendizaje automáticos más complejos, consume más datos, recursos informáticos y potencia.
Si las prácticas actuales de IA permanecen sin cambios, la energía necesaria puede representar hasta el 3,5% del consumo mundial de electricidad para 2030.
Para 2025, sin prácticas sostenibles de inteligencia artificial consumirá más energía que la fuerza laboral humana compensando significativamente las ganancias de carbono cero.
Para 2026, los ataques de denegación de servicio (cDOS) dirigidos por ciudadanos, que utilizan asistentes virtuales para cerrar las operaciones, se convertirán en la forma de protesta de más rápido crecimiento.
El 37% de los clientes intentarán usar un asistente virtual para interactuar con el servicio al cliente en su nombre.
Definitivamente cada una de las nuevas herramientas tecnológicas serán de gran utilidad y beneficiarán de manera importante a las empresas.