Las personas sin pareja tienen su propia forma de vivir la vida, y también la de recorrer el mundo.
Los solitarios buscan principalmente las escapadas urbanas a ‘capitales del mundo’, para sumergirse en la cultura local y eligen viajar fuera de temporada, evitando las multitudes del verano.
Londres, Buenos Aires, París, Madrid, La Habana, Barcelona, Tenerife, Sevilla, Nueva York y Roma. Estas son las diez ciudades más populares para los viajeros solitarios, según un estudio del buscador de viajes en línea Liligo.
Les siguen Milán, Gran Canaria, Palma de Mallorca, Málaga, Ámsterdam, Bruselas, Ciudad de México, Berlín, Estambul y Arrecife, según el estudio ‘El top 20 de viajeros singles’, basado en miles de consultas realizadas en este buscador turístico, para analizar las principales tendencias de este segmento de viajeros.
Para ese trabajo se recopiló y analizó la información de las búsquedas realizadas en Liligo para viajar entre septiembre y noviembre de 2017 y de 2018, según informa este comparador de vuelos y viajes (www.liligo.com).
La mejor temporada para viajar
“Entre septiembre y noviembre es el mejor período para los viajeros solteros que desean marchar evitando las multitudes veraniegas”, asegura Guillaume Rostand, director de Marketing de Liligo.
Aunque este estudio se basa en los destinos favoritos para los viajeros españoles, “las tendencias son más o menos las mismas en América, ya que los ‘singles’ buscan escapadas urbanas a las capitales del mundo, como Nueva York, Londres o Bangkok”, señala a Efe, Claudio Bravo, de Byte PR, a cargo de la comunicación de la mencionada compañía .
“También hay otros viajeros solitarios que buscan destinos exóticos, como Siri Lanka o Vietnam, desde países sudamericanos”, añade.
“Asimismo, hay viajeros de este tipo que buscan el turismo de mar y descanso, como el de las islas Canarias y Baleares españolas o la capital de Cuba”, señala Rostand a Efe.
Recorrer mundo fuera del turismo masivo
“Viajar en otoño e invierno permite al turista single evitar las muchedumbres, y convertirse en un habitante local más”, indica.
“Son viajeros que evitan los lugares turísticos para adentrarse en la vida cotidiana de estas ciudades, amantes de la gastronomía y de la vida cultural de las capitales urbanas”, destaca Rostand.
Además, viajar durante esos meses resulta mucho más económico por el precio de los vuelos y el alojamiento, asegura, apuntalando que si se viaja en octubre y noviembre se puede ahorrar hasta un 70% en el precio medio de los billetes de avión en comparación con los de los meses de verano.
Pueden conocer a mucha más gente
Consultado sobre las preferencias de los ‘singles’, Rostand señala que el viajero solitario busca experiencias, adentrarse en la cultura de su lugar de destino y pasar tiempo de calidad con los habitantes locales, algo que resulta más difícil cuando se viaja en pareja, en familia, con amigos o en grupo.
“A veces, cuando viajamos en grupo, sentimos que estamos ‘en una burbuja’, ya que continuamos hablando nuestro idioma con nuestros compañeros y vivimos todas las experiencias desde una perspectiva grupal y desde nuestro país”, recalca.
“Muchos viajeros ‘singles’ afirman que casi no pasan tiempo a solas, ya que pueden conocer a mucha más gente que cuando se desplazan acompañados”, según Rostand.
Por otra parte, “las carreras, maratones y competiciones deportivas amateurs atraen cada vez más a los viajeros solitarios, quienes se desplazan hasta otras urbes para pasar un fin de semana haciendo deporte”, apunta.
Ya no se ve como ‘algo raro’
“Hace 15 años muy pocas personas se atrevían a viajar solas, pero hoy son cada vez los que eligen esa opción. Era una tendencia que solo veíamos en hombres, pero cada vez más mujeres también viajan solas”, según Rostand.
“Hacer turismo en solitario se ha normalizado y ya no está visto como algo raro. Según datos del sector, este segmento crece un 20% cada año, y la industria se está adaptando para poder cubrir esta creciente demanda”, añade.
Según este experto, algunos estudios estiman que un 30% de los viajeros en solitario no pueden considerarse estrictamente ‘singles’, ya que están emparejados y viajan solos porque tienen intereses dispares con su pareja o sus tiempos de vacaciones son incompatibles con los de sus parejas.
Viajeros entre 35 y 60 años
Los viajeros solitarios suelen ser personas de entre 35 y 60 años, de un nivel socioeconómico medio-medio alto, principalmente profesionales liberales, los cuales eligen destinos poco populares y sofisticados y que, en general viajan, por placer o por trabajo.
El sector MICE (acrónimo con el que se designa a los viajes de negocios) ha visto como los viajes de reuniones suelen hacerse los jueves para reunirse los viernes y luego aprovechar el viaje y pasar el fin de semana en el destino, según esta misma fuente.
Rostand explica que la cantidad de días en el destino es mayor en las ciudades más lejanas del origen del viajero; que Buenos Aires y Ciudad de México están entre las ciudades donde los “singles” permanecen más tiempo (29 y 26 días, respectivamente); y que este tipo de turistas se quedan en La Habana una media de 23 días y en Nueva York unos 12 días.
“Las estadías en los destinos europeos duran entre los 4 y 7 días”, concluye el experto.
Por Ricardo Segura.
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