Lo que hace paradisíaco a un paraíso es la abundancia natural y la escasez humana a partes iguales. Dentro de las 60 mil hectáreas de la reserva viven menos de 7 mil personas. La comunidad de Celestún es la única población en esta costa protegida. Los locales se mantienen con la pesca tradicional en las aguas tropicales. Cada mañana, adelantándose al amanecer, decenas de lanchas colectivas armadas con cañas de bambú atraviesan la calma de las aguas del golfo en busca del sustento.
JOYAS DE CONCHA
Los atardeceres en Celestún son de postal, cualquier momento del día es una delicia en la reserva. Le faltan horas al reloj para poder disfrutar de las 333 especies de aves del lugar, degustar la comida recién pescada o relajarse en la playa junto a las iguanas. Como pernoctar en las raíces aéreas del manglar no parece buena idea, para poder disfrutar del lugar unos cuantos días, el paraíso se reserva otro tesoro bajo la manga.
EL PARADOR ECOTURÍSTICO
Se ubica a la entrada del puerto a mano izquierda bajando el puente que permite el acceso al puerto. Cuenta con un pequeño estacionamiento gratuito que, con el paso de las horas, se llena en temporada alta. En este lugar encontrarás baños, tiendas y una taquilla para comprar tu boleto y disfrutar de un paseo por la Ría de Celestún que consta de una hora e incluye la visita a Islas de pájaros; avistamiento de Flamingos; Túnel de mangle y una parada para nadar en un ojo de agua dulce.
RESTAURANTES
Hay una gran variedad de lugares donde podrás satisfacer tu antojo. En estos lugares podrás encontrar platillos para una persona que van desde los $95 pesos en adelante. Adicional es el precio del refresco o vaso de jugo que quieras tomar a un precio aproximado de $20 cada uno. En la mayoría de los restaurantes el platillo más caro que podrás encontrarte son los Ceviches familiares cuyo costo estará entre los $200 y $250.
Definitivamente un destino diferente pero lleno de color, olor, sabor, pero sobre todo un verdadero regalo para tus ojos. Te lo recomiendo
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