Sin duda, cuando el hombre aprendió a cultivar cereales, molerlos para transformarlos en harina, mezclarla con agua y secarla al sol para mejorar su conservación,
nacieron el pan, la cerveza y la pasta.
Los italianos hablan de la existencia de la pasta tres mil años antes de Cristo. Se basan en numerosas decoraciones halladas en la tumba etrusca Grotta Bella, Umbría, Italia. En ellas se reproducen instrumentos de trabajo para elaborar la pasta como la tabla de amasar, el rodillo y la rueda dentada.
¿Fueron los musulmanes lo que reinventaron la pasta y la trajeron a Europa?
Se cree que todas las potencias dominantes del Mediterráneo colonizaron Sicilia en algún momento de su historia. Entre tales invasores, los musulmanes ocuparon la isla entre los siglos IX y XI. Los primeros norteafricanos que se asentaron diversificaron la agricultura, cultivando limones, almendras, pistachos o higos, pero, sobre todo, transmitieron algunos sabores que aún permanecen en la cocina siciliana, como el cuscús o el jazmín de sus helados y sorbetes. Menos sabido es que a tales colonizadores debemos también un ingrediente que hoy resulta tan poco exótico como la pasta. La historia del alimento tal y como lo conocemos en la actualidad empieza así en la Edad Media.
La pasta en oriente
Al principio se creía que Marco Polo importo los fideos de China ya que el vivo bastantes años en este país, iniciando de este modo la cultura del alimento en Europa es un mito que necesita ser desmentido. Para empezar, la figura del mercader y viajero veneciano es más que controvertida, lo cierto es que históricamente en el imperio del centro ya hacían tallarines, no con trigo sino con mijo, otro cereal, hace 4.000 años y a lo largo de los 17 años que paso allí. Polo sin duda los degustó de todas las formas y colores en mesas tan distinguidas como la de Kublai Jan. Pero antes de que llegase a china por primera vez en 1274, ya existía la pasta en china.
Otros lugares donde se cree que se fue inventada la pasta
China era de dos clases de mijo, un cereal muy popular en continentes como Asia y África, rico en proteínas. Para transformarlo, el grano se molió y con la harina se produjo la masa para estirarla y formar los tallarines. Incluso hasta hoy en día se fabrican esos fideos en China, así como los de arroz.
Los que existían en el Levante mediterráneo eran de trigo, tal y como se conocen en la actualidad. Por eso la relevancia que se le otorga a los árabes, quienes comenzaron a cultivar este cereal, según pruebas, desde el año 6700 a.C.
El mérito, por tanto, de los musulmanes, fue sobre todo el de la difusión y la distribución. Antes de que el alimento llegara a Italia resulta imposible delimitar los orígenes de la pasta a un único punto concreto del espacio y el tiempo.
Elaboración artesanal
El clima seco de Liguria, Sicilia y Campania favoreció ampliamente la producción de pasta en Italia. De allí se fue extendiendo, de manera tal que en 1500 se hacía en todo el país.
Varias máquinas de fabricación se confeccionaron a través de la costa de San Remo desde 1600, pero la mezcla de sémola con agua se amasaba, en sus inicios, con las manos. Luego se llevó a cabo con los pies, hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Decían que era lo mejor y que así quedaba más suave.
Aunque con algunas variantes, la elaboración de pasta seca es básicamente con trigo duro y agua. Existen en la actualidad pastas hechas con harina de trigo, integrales, sin gluten, de arroz y una infinidad. Pero la sémola de trigo duro es la que contiene el gluten que permite que la pasta seca pueda cocerse y permanecer al dente.
Innumerables atributos
El aporte de vitaminas y minerales es relativamente bajo, excepto que estas hayan sido enriquecidas. Esto se debe fundamentalmente a que en la elaboración se utiliza el endospermo (parte intermedia de los granos rico en gluten y almidón), quedando los minerales en las capas externas del grano. Aun así, la pasta contiene vitaminas del grupo E y B, que son considerados antioxidantes celulares.
La pasta es un alimento básico aunque hay que matizar un par de cosas, la pasta no es un alimento completo, ya que aporta pocas proteínas y no contiene grasas, por lo que hay que complementarla con otros alimentos como los huevos, el aceite de oliva virgen extra, el pescado y la carne.
Ventajas del consumo de pasta
– La pasta es un producto bajo en grasas y sin colesterol.
– Mantiene el nivel de glucemia (cantidad de azúcar en la sangre) y favorece el correcto funcionamiento del sistema gastrointestinal.
– Además, los carbohidratos tienen una gran importancia dietética ya que la calidad especial de su almidón produce un menor aumento de azúcar en la sangre.
– Permite una digestión fácil y lenta, por lo que resulta un buen aporte energético para actividades que requieren esfuerzo físico o mental.
– Los carbohidratos también intervienen en el metabolismo del colesterol y de los triglicéridos.