La capacidad de trabajar bien con los demás y un compromiso con el comportamiento ético es esencial para avanzar en cualquier profesión. Sin embargo, si bien estos rasgos pueden ayudarnos a asegurar un puesto, las habilidades empresariales son los verdaderos determinantes del éxito y el progreso profesional.
Dentro de las habilidades que debemos tomar en cuenta, son las siguientes:
- Toma de decisiones
Todos los profesionales, ya sea que trabajemos en una organización pequeña o grande, necesitamos fuertes habilidades de toma de decisiones para enfrentar los desafíos diarios que se presenten en el lugar de trabajo. Esto puede implicar determinar quién debe trabajar en iniciativas, qué recursos se utilizan mejor y cómo asignar capital financiero o humano.
- Liderazgo
Los líderes a menudo se encargan de la responsabilidad de dirigir a los miembros de su equipo y lograr objetivos. Esto incluye establecer visiones claras, construir equipos efectivos y motivar a los empleados a tener éxito.
- Comunicación
La capacidad de comunicarnos de manera efectiva y persuasiva es una habilidad básica que permite cultivar empleados leales, encantar a los clientes para que regresen una y otra vez, encuentren nuevos proveedores y contemos con una inversión segura. Esta es una habilidad que necesita desarrollar y mejorar con el tiempo para satisfacer las necesidades empresariales.
En el mundo de los negocios, las relaciones son un aspecto central del éxito. Ya sea entre la gerencia y los empleados o clientes, las relaciones comerciales afectan o ayudan al éxito de la empresa de diferentes maneras.
- Inteligencia emocional
La capacidad de comprender y reconocer las emociones nos ayuda a comunicarnos mejor, generar confianza con colegas y tomar decisiones más informadas. También contribuye a un entorno más colaborativo.
- Adaptación
En un entorno empresarial acelerado, es importante poder adaptarse y responder a los cambios. Esto incluye comprender cómo lidiar con situaciones inesperadas y trabajar de acuerdo a las necesidades, incluso bajo presión.
Poder identificar y resolver problemas rápidamente es otra habilidad crucial que puede convertirnos en una persona valiosa para la empresa. Por ejemplo, cuando un cliente experimenta un problema técnico en el sistema, un buen solucionador de problemas podrá evaluar con calma la situación y encontrar una solución que funcione para ambas partes.
- Aprendizaje Integrador
Es importante alentar a los empleados a ver situaciones comerciales desde múltiples perspectivas. Esto significa mirar al cliente, proveedor, empleado y comunidad a través de una lente holística para tomar decisiones que están informadas por algo más que solo datos.
Además, debemos enfatizar la importancia de utilizar un enfoque integrador para el aprendizaje y la enseñanza. Combinando los conceptos de disciplinas funcionales como marketing, contabilidad, finanzas y gestión con una comprensión de otras áreas para ver el panorama general. Estas habilidades son esenciales para cualquier entorno empresarial, desde una pequeña empresa hasta una corporación multinacional.