Invertir en inteligencia artificial (IA) es una excelente manera de mejorar la eficiencia y crear nuevas oportunidades comerciales. Al automatizar las tareas de rutina, las empresas pueden liberar trabajadores para centrarse en tareas de alto valor, además, la IA puede permitir a las empresas mejorar sus ofertas de servicio al cliente.
Utilizando soluciones basadas en IA, las empresas pueden determinar el precio ideal de sus productos y servicios, y también pueden ayudar a los minoristas a desarrollar cadenas de suministro más eficientes. Por ejemplo, las soluciones impulsadas por IA pueden predecir qué tan rápido viajarán los productos a través de la cadena de suministro. Además, todas estas herramientas también pueden ayudar a los anunciantes a crear campañas específicas.
Otro ejemplo de tecnología impulsada por la IA es el uso del análisis de sentimientos, ya que se pueden escanear las publicaciones de redes sociales, las reseñas y las calificaciones y obtener reportes; y todo esto son oportunidades de mejora.
Además de analizar los datos, la IA también puede proporcionar recomendaciones para las acciones, pues hasta puede ayudar a las empresas a determinar el nivel correcto de personal, en función de una variedad de factores, como eficiencia y logros.
La inteligencia artificial está construida para manejar tareas que un humano difícilmente podría completar, o que le tomarían mucho tiempo. Así, se pueden realizar tareas complejas, como el análisis de datos y el monitoreo del estado financiero, en tiempo real. Esto significa que las empresas pueden moverse más ágilmente y lograr sus objetivos más rápido. De igual manera, significa que la implementación de IA requiere una comprensión profunda de la tecnología, donde invertir en una estrategia de IA ayudará a que su negocio se mantenga por delante de la competencia.
Utilizando análisis de datos, las organizaciones pueden aprender sobre los comportamientos de sus clientes y descubrir nuevos patrones, y así pueden usar estos datos para impulsar su crecimiento, ya que esto es especialmente importante en la industria de la publicidad, donde las empresas compiten para llegar siempre a la audiencia adecuada. Sin embargo, usar AI solo no lo ayudará a alcanzar sus objetivos, sino que para beneficiarse realmente de ella, también debe asegurarse de que sus datos sean seguros y fidedignos.
Otro aspecto importante de una estrategia de IA es pensar en los impulsores de valor. Estos impulsores de valor pueden ser tan simples como una mayor productividad de los empleados o un mayor valor dirigido al cliente. Algunos conductores de valor pueden ser más complicados, como la identificación de nuevas fuentes de ingresos, pero aún así, también pueden ser alcanzables.
Una estrategia de IA también puede implicar el desarrollo de un nuevo modelo de negocio, pues puede ayudar a las empresas a aumentar sus ingresos, al tiempo que reduce los costos.
Por ejemplo, la IA puede analizar las preferencias de los clientes y recomendar qué productos y servicios ofrecer. Esto puede ayudar a las empresas a tomar mejores decisiones sobre qué productos lanzar, en qué clientes enfocarse y qué canales utilizar para campañas de marketing.
Finalmente, la IA puede ayudar a las empresas a predecir las respuestas de los clientes a los anuncios. Por ejemplo, si una empresa sabe que a alguien en la industria de la publicidad le gusta un producto, puede usar la IA para enviárselo y hacer que esa misma persona que lo promueva, con gusto.
Lo mejor está por venir: la IA transformará todos los negocios; sin embargo, las empresas deben ser conscientes de la importancia de las nuevas tecnologías y el cambio cultural que se requerirá para aprovecharlas al máximo.