Guanajuato en México, es la ciudad más colorida del país y Patrimonio de la Humanidad.
Aunque no hay constancia de que en México exista un sólo lugar donde se coma mal, que haya sido nombrada como capital gastronómica dice mucho de lo que allí vamos a encontrarnos. No te pierdas los puestos callejeros, en ellos hay deliciosas gorditas de maíz, chalupas y enchiladas para chuparse los dedos.
Aquí las noches tienen tanta vida como los días. Una de sus fiestas más populares, que atrae a decenas de estudiantes, son las Callejoneadas. Al caer la tarde, los asistentes se van reuniendo frente al teatro Juárez para acompañar a la estudiantina (la clásica tuna) a recorrer los callejones de la ciudad mientras van cantando y bebiendo tequila. En ellas se puede conocer toda la historia de Guanajuato y algunas de sus leyendas como la del callejón del Beso, la historia de amor más trágica de la ciudad.
Museo repleto de momias
Se trata del Museo de las Momias de Guanajuato, uno de los más importantes de la ciudad y que más llaman la atención. La exhibición está compuesta por cuerpos exhumados del cementerio de Guanajuato. El primero de ellos se encontró 1865, cuando se decidió retirar de las tumbas los cuerpos de aquellos fallecidos cuyas familias no podían seguir pagando el panteón o a los que ya no les quedaban familiares vivos, ya que el cementerio se estaba quedando pequeño. Cuando extrajeron el cuerpo, y se dieron cuenta de que estaba en perfectas condiciones, se comenzaron a estudiar las causas.
Al contrario que en otras culturas como en el Antiguo Egipto, en Guanajuato la momificación se produjo de forma natural. Las propiedades del subsuelo y la presencia de nitratos y alumbre propiciaron la conservación de los cuerpos a lo largo de los años.
El museo cuenta ya con una colección de 68 momias, muchas de ellas con nombre y con una breve descripción de la causa de la muerte. Entre ellos está el feto más pequeño del mundo.
De los mejores inventos mexicanos
Las cantinas son uno de los mejores inventos mexicanos. Están repartidas por todo el país, pero las de aquí no podemos irnos sin probarlas. Antiguamente, estos lugares eran exclusivo de los hombres, de ahí a que muchas no hayan sido reformadas y no cuenten con servicios para las mujeres. Es bastante común ver cómo los de los hombres están justo a la entrada, pero sin paredes. Otra peculiaridad es que en muchas de ellas también puedes encontrarte orificios de bala, de cuando allí tenían lugar los ajustes de cuentas.
Lo más común es pedir un tequila o un mezcal, servidos con un vaso de agua. Y, aunque creamos saber beberlo, lo cierto es que es mejor que antes observemos a los de nuestro alrededor y aprendamos. No te asustes si algunos clientes son cucarachas, en las cantinas auténticas son muy bien recibidas. Al final, nosotros saldremos de allí como ellas.
El Cervantino
Como su nombre indica, el Festival Internacional Cervantino hace honor a Miguel Cervantes. Data de 1972, cuando en las calles de la ciudad se comenzó a interpretar Los entremeses del autor después de que el profesor Enrique Ruelas hiciera una obra teatral sobre ello en la Universidad de Guanajuato. Actualmente es uno de los cuatro festivales más importantes de su género en el mundo. De hecho, el autor gusta tanto en la ciudad que hasta tienen una escultura dedicada a El Quijote.
Está considerada como una de las ciudades más bonitas de México, y nosotros lo reafirmamos: Guanajuato es de los pocos lugares del mundo que es capaz de darle color a los días más grises. Sólo hace falta observarla desde monumento al Pípila, el mirador de la ciudad, para quedarse maravillado de cómo llena de alegría toda la falda de la sierra. La misma que le ha dado el nombre a la ciudad, que viene a ser «lugar de ranas» por las formas de sus montañas. En el centro lo que nos encontramos son casas de colores chillones, laberintos de callejuelas, numerosos puestos de comida, cantinas, plazas llenas de gente y terrazas donde, al caer la noche, van llenándose de jóvenes; además de leyendas y mucha historia.
Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica
Guanajuato es una antigua ciudad colonial, algo que todavía podemos ver en algunas de las casas de la ciudad. No en todas, ya que la mayoría de esa época quedaron sepultadas bajo el suelo de la actual Guanajuato debido a las numerosas inundaciones.
Las que quedan en pie son fácilmente identificables: son las que tienen balcones. Las razones de la colonización las encontramos en las minas de sus afueras, en Don Ramón o en La Valenciana, una de las paradas obligadas para conocer la historia del lugar.
Tras la Independencia de México, en 1821, Guanajuato no sólo recuperó su identidad, sino que se ha convertido en una de las ciudades mexicanas de referencia. Sus vivos colores, la Universidad de Guanajuato, su museo de las momias o sus numerosas fiestas y festivales, han hecho que cada año atraiga a miles de visitantes que buscan mimetizarse con la auténtica cultura del país.
Por no hablar de su gastronomía, pues ha sido nombrada Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. ¿Aún te faltan motivos para hacer este recorrido?
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